– por Dan Keating

¿Cómo puede el ‘ecumenismo de sangre’ conducir a un ecumenismo más profundo de mente y corazón?

Es posible que usted no esté familiarizado con la expresión ‘ecumenismo de sangre’. Es un concepto que ha ganado fuerza entre los cristianos especialmente en los últimos 15 años.

El sentido del ‘ecumenismo de los mártires’ fue difundido ampliamente por el Papa Juan Pablo II hace veinte años, en la época en que comenzó el nuevo milenio. ¿Cuál es la visión detrás de esto? Si los cristianos —de cualquier tradición o convicciones— mueren por la fe en Cristo, demuestran con esto el acto supremo de ‘testimonio’ de Cristo. De hecho, los mártires en el mundo moderno vienen de todas las diferentes iglesias. Y todos ellos dan su ‘todo’ por Cristo de una manera definitiva.

La idea es que si los mártires de diferentes iglesias pueden estar unidos en este acto común de testimonio completo de Cristo, entonces esto muestra que se ha logrado una unidad que va mucho más allá de lo que hemos sido capaces de alcanzar en la vida normal de los cristianos. Entonces los mártires, por el acto del don completo de sus vidas, muestran que la unidad es posible y que ya está siendo alcanzada.

Al contemplar a nuestros mártires comunes, somos fortalecidos para buscar la unidad aquí y ahora: servir juntos, dar testimonio juntos, y sufrir juntos.

El ‘ecumenismo de sangre’ se ha convertido en la manera favorita del Papa Francisco para hablar acerca de cómo los cristianos están llamados a dar testimonio en unidad hoy en día.  Aquí está un extracto de su alocución en una reunión ecuménica de cristianos en Phoenix, Arizona (EUA) en 2015. (En caso de que no lo haya identificado, él está hablando acerca del ‘diablo’ en las frases iniciales.)

“Hay alguien que ‘sabe’ que, a pesar de nuestras diferencias, nosotros somos uno. Es el que nos persigue. Es el que está persiguiendo a los cristianos hoy en día, es el que nos está ungiendo con (la sangre del) martirio. Él sabe que los cristianos son discípulos de Cristo: ¡que son uno, que son hermanos! ¡No le importa si son evangélicos u ortodoxos, luteranos, católicos o apostólicos… no le importa! Ellos son cristianos. Y esa sangre (del martirio) une. Hoy en día, queridos hermanos y hermanas, estamos viviendo un ‘ecumenismo de sangre’. Esto debe animarnos a hacer lo que estamos haciendo hoy: orar, dialogar juntos, acortar la distancia entre nosotros, fortalecer nuestros lazos de hermandad”.

Un ejemplo impresionante de este ‘ecumenismo de sangre’ ocurrió en el norte de África en 2015. Se publicó un video que mostraba la decapitación de veintiún cristianos coptos en la costa de Libia. ¿Por qué fueron asesinados? Simplemente porque eran cristianos y confesaron serlo. Hermanos cristianos alrededor del mundo se unieron en el luto por sus muertes, pero también gozándose en el poder de su testimonio. Para estos veintiún hombres coptos, ‘la aventura del discipulado’ terminó abruptamente con un gran costo. Probablemente no era lo que ninguno de ellos había planeado. Pero a ellos se les concedió el gran privilegio de morir por Cristo, y de esa manera se revelaron como amigos de Cristo.

Al ser testigos de cómo hermanos cristianos entregan sus vidas (su sangre) por Cristo, puede animarnos el hecho de que ellos están forjando una unidad en Cristo más profunda que todo lo que nos divide. Que seamos fortalecidos por su ejemplo, para vivir y morir por el Señor.

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El Dr. Dan Keating es un anciano de los Siervos de la Palabra y enseña en el Seminario del Sagrado Corazón en Detroit, Michigan, EUA.