“¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!» Salmo 42:11

– por Tom Caballes

Nuestra mentalidad y nuestra perspectiva de la vida afecta la manera en que vemos nuestra propia vida. Algunas personas viven sus vidas con un sentido de merecimiento – que la vida les debe todas las cosas buenas, y cuando vienen los problemas, no los soportan. Algunas personas viven como reyes y reinas mientras que otras se sienten poco valoradas y no amadas.

¿Qué mentalidad deberíamos tener como cristianos? Debería ser una que se base en la gratitud a Dios. Dios podría no habernos hecho. Pero de su abundante amor por nosotros nos creó esperando que lo amáramos de vuelta. El no solo nos creó, sino que nos ha provisto todo lo demás que necesitamos.

Porque no podíamos rescatarnos a nosotros mismos de nuestra rebeldía, envió a su Hijo Jesús para redimirnos para que podamos compartir la eternidad con Él. También nos envió su Espíritu Santo como nuestra guía. Nuestra vida diaria debería estar llena con un profundo sentido de gratitud a Dios. Le debemos todo lo grande y lo pequeño que tenemos y lo que somos. La gracia incomprensible de Dios nos rodea. ¿Has imaginado como sería tu vida sin Dios?

¿Cómo podemos desarrollar una mentalidad agradecida con Dios en nuestra vida diaria?     

  1. Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:4-7) Siempre hay una razón para dar gracias, sin importar las circunstancias y tus sentimientos. Aún en los tiempos más difíciles podemos darle gracias a Dios. El Señor está cerca.
  2. Reconoce que todo viene de Dios. Somos totalmente dependientes de Él. En cierto modo, no somos dueños ni deberíamos enorgullecernos de nada. Nuestros talentos, riquezas, habilidades, sabiduría e intelecto le pertenecen a Dios.
  3. Recuerda que en la vida habrá tiempos buenos y malos – aun para los cristianos. Nada será perfecto de este lado de la eternidad. Vivimos en un mundo caído y pecaminoso. Vamos a luchar con los deseos de nuestra carne. Intenta balancear tu mentalidad basándote en la verdad y no tanto en tus emociones ni circunstancias.
  4. Los retos y las pruebas demuestran de qué estamos hechos. Prueban nuestros valores y nuestras prioridades. También prueban cuánto confiamos en que Dios está en control y que todas las cosas están dispuestas para nuestro bien.
  5. Aprecia lo bendecido que eres. Eres un vencedor desde el momento que aceptaste a Jesús. No cedas ante el miedo ni la desesperanza. Dios está contigo dondequiera que vayas. Dios nunca te abandonará.
  6. Ten una mentalidad victoriosa en tu vida.  ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?… en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:31-32;37) Con Dios, puedes vencer cualquier obstáculo en tu vida. God, you can overcome any challenge in life.
  7. Desarrolla una actitud agradecida con Dios por todo en tu vida. En las cosas grandes y pequeñas, en las victorias y en las derrotas, dale gracias a Dios. No des por sentadas las bendiciones de Dios en tu vida: tu familia, tus relaciones, todas las cosas buenas con que Dios te bendice. Deja que tu gratitud a Dios te transforme desde adentro para hacerte más amoroso, lleno de paz, amable, compasivo, comprensivo y más… en otras palabras, que seas más como Jesús.

Otros pasajes de las Escrituras:

  1. Den gracias al Señor, porque él es bueno;su gran amor perdura para siempre. (Salmo 136:1)
  2. Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. (1 Tesalonicenses 5:16-18)
  3. Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán. Mi alma se gloría en el Señor; lo oirán los humildes y se alegrarán. Engrandezcan al Señor conmigo; exaltemos a una su nombre. (Salmo 34:1-3)
  4. Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él. (Salmo 118:24 ESV)
  5. Otros versículos: Salmo 100:4; Santiago 1:2-4; 1 Pedro 1: 6-8; 

Para la reflexión personal o compartir en grupo

  1. ¿Siento a veces un sentido de merecimiento?
  2. ¿Cómo puedo crecer más hacia una vida agradecida con Dios?

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Tom Caballes es el Administrador Mayor Nacional y Coordinador Nacional El Cordero de Dios, una comunidad de la Espada del Espíritu con 7  ramas en Nueva Zelanda. Tom también dirige Kairós Nueva Zelanda, un programa de misión para jóvenes de colegio, universidad y después de la universidad. Tomado de El Baluarte Viviente Febrero 2020. Usado con permiso.